Todo esto mientras deambulaban por una exposición del propio Hockney al que le fueron cedidas las regias salas de la Royal Academy en Picadilly para que las llenara, como parte de los fastuosos eventos que Londres preparaba para los Juegos Olímpicos ese verano de 2012.
Según nos narra el autor Hockney pintó una y otra vez colinas, campos, árboles y senderos del este de Yorkshire al norte de Inglaterra; quien con sus más de setenta años vuelve al taciturno paisaje británico después de haber vivido y trabajado los últimos treinta años en Hollywood.
Ahora viene el momento de reencuentro en mi memoria: el texto describe que se trata de obras al óleo (e impresiones de iPad), tan fascinantes como excitantes en colores y formas: “púrpura, troncos de árboles color naranja y hojas que se convierten en lágrimas en tecnicolor. Y EXCITANTES por el hecho que por lo menos en los últimos cien años un pintor de fama internacional como Hockney lleva a cabo la creación de un nuevo paisaje rural inglés,” imaginando la naturaleza como en su momento, cien años atrás, lo hiciera en Francia, el pintor genial del que estamos hablando: Paul Cézanne.
Continúa narrando el autor que mientras hablaban y deambulaban por la muestra Hockney hace observaciones desapasionadas sobre la forma en que se perciben las imágenes puntualizando el hecho de observar, remontándose al concepto inicial del hombre cuyos contemporáneos llamaron el <<maestro de Aix>> cuando eligió recluirse en su estudio en Aix-en-Provence, al sur de Francia, cautivado por el paisaje de su tierra natal.
Por cierto, mi hijo Jorge y yo, recorrimos incansables los caminos señalados “a todas partes”, pretendiendo encontrar el que nos llevara a la montaña Santa Victoria, fue inútil, y ahora me doy cuenta de que habría sido imposible ya que se encuentra a más de 13 kilómetros de su estudio.
Hockney descubrió su área de inspiración cerca de su lugar de nacimiento en Yorkshire, un lugar muy especial y como Cézanne, ha pasado varios años estudiando la naturaleza, la luz y el color para entender mejor lo que ve y lo que siente., para el evento del 2012 realizó un paisaje gigantesco uniendo varios paneles cuadrados de iguales dimensiones de manera que al separarlos cada uno revelara una creación casi abstracta, con esto aparentemente también inicia su retiro a su lugar de origen para nutrir su espíritu creador igual que Cezzane, con el paisaje natal e igualmente analizar los detalles con gran detenimiento a fin de expresarse con libertad absoluta y persona, según afirma.. Además. Hockney rechaza vigorosamente el uso de la cámara aseverando que ésta no es capaz de abarcar lo que ve un artista, “siempre se pierde algo” un paisaje, una naturaleza muerta es inmortalizar un momento de una imagen única, es la suma de días, semanas y hasta años contemplando un motivo concreto; es el resultado de información acumulada, experiencia, apuntes, estudio concepción de un espacio que concreta la composición, los colores y la atmósfera en una obra de arte. Cezzane habría sido más drástico en sus observaciones.
Leyendo estas narraciones, buscando entender el porqué de la creación de estos artistas, de la intensa motivación y búsqueda que los movió para poder crear, me permito una disquisición personal: ¿que pasa con el arte ahora, al día…. estos grafitis (como quiera que se escriba) que encontramos a cada paso, que revelan? Es que la abstracción llegó a su límite de expresión, es liberado, etc. etc. están bien documentados y sus tendencias radicales analizadas por los críticos de arte con gran claridad basadas en los acontecimientos sociales, económicos y morales determinantes de la época. Mucho ha contribuido la información sobre Expresionismo Abstracto que encontré en Wikipedia, a contestar mis disquisiciones y además a encontrar otra liga interesante entre tiempos: acaso un mensaje extendido de la volatilidad del pensamiento-tiempo-expresión-espacio? El pintor responde al cambio acelerado de todas las cosas?, suprimir contenido y responder a actos de intención espontánea? No me meto en aseveraciones de tipo social, hasta ahorita creo estar pensando en arte solamente y retrayéndome a los artistas de E.U. que formaron toda una escuela busco a Jackson Pollok el casi fundador de la pintura por escurrimiento y todos los artistas de los años 40-70 que crearon escuela con una forma diferente de pintura calificada como expresionista y algunos otros términos inventados por la crítica para poder describirla y vaya sorpresa!!! LOS artistas que en 1940 iniciaron los movimientos pictóricos del escurrido, la acción involuntaria libre, el interiorismo Jackson Pollock pasó un tiempo estudiando con David Alfaro Siqueiros,(uno de nuestros artistas bien reconocido por su inquietud y búsqueda de nuevos materiales) inspirado por su obra en 1936, en cuyo taller experimental tuvo ocasión de trabajar con ”bomba”(traducción literal)de aire, aerógrafo, pigmentos sintéticos industriales, lo que lo llevó a probar otros materiales como barnices, aluminio, y esmaltes sintéticos. Mis recuerdos me llevaron entonces a la exposición de Don Luis Quintanilla, en la entonces conocida y siempre activa galería de Inés Amor, acompañando a mi hijo Oscar, amigo del hijo del artista, del mismo nombre, en donde tuve la fortuna de ser presentada al maestro Siqueiros, platicar con él sobre los nuevos productos que estaban surgiendo para uso industrial y ampliamente utilizables en el arte lo que propició que me invitase a visitar su taller en lo que ahora es el Polyforum Cultural Siqueiros, y que en aquel entonces por los años 70 estaba en pleno desarrollo. Ha quedado como recuerdo muy grato su trato amable, el entusiasmo con que trabajó ese espacio pues había trasladado todo el proyecto del Casino de la Selva en Cuernavaca al que ahora ocupa en la Av. Insurgentes por invitación expresa en ambos casos de Don Manuel Suárez; admirador de su trabajo y patrocinador entusiasta del mismo, en donde un buen equipo de estudiantes de arte , pintores, escultores, trabajadores, todos jóvenes y entusiastas realizaba pintoescultura con resinas, esmaltes y fibras que ahora nos son muy accesibles y forman parte del uso diario pero hace 50 años David Alfaro Siqueiros experimentaba con ello dejando un extraordinario testimonio artístico. Recuerdo que tuvo la cortesía de llevarme entre andamios, botes de materiales, actividad intensa de jóvenes artistas, estructuras de metal, madera y moldes subiendo y bajando escaleras y con gran entusiasmo habló de su intención de crear algo diferente, actual, dinámico, acompañando su narrativa con activo lenguaje corporal y la expresión gratísima de sus ojos verdes. Sí, me ha llenado de gusto esta mañana recordar a un hombre que fue firme en sus ideales políticos, sufrió con la cárcel las consecuencias de ello, trabajó obra de caballete cuyas dimensiones respondían a la fuerza de su creación, dentro de un espacio limitado, fue amigable y protector con sus estudiantes-ayudantes, viajó y dejó testimonios con su obra y su personal ideología. Tuve una segunda ocasión de saludarle cuando presentó la obra de caballete y gráfica original resultado de su encierro carcelario en una exposición en la Galería Misrachi en las calles de Génova de la Zona Rosa, entonces en todo su esplendor en la Cd. de México. Aún conservo el libro que se editó y el catálogo autografiado. Por cierto la portada es de una obra titulada “Jesusito será rey” y es un niño pequeño de espaldas a un árido paisaje, mínimos girones de ropa cubren su cuerpo y está pintado en los colores básicos: ocre, rojo indio, azul añil y verde.